Fotógrafo y periodista freelance sevillano, entró en la profesión sin saber lo que era, acabó interesándose por él y ha conseguido labrarse una carrera extensa incluyendo premios que hacen un reconocimiento de la misma.
¿Qué es para ti el periodismo?
Había un argentino que decía que el periodismo es el derecho al pataleo, tú ves algo que no funciona bien y vas a contarlo, tienes el derecho al pataleo. Si algo es muy bonito ya se entera el gabinete de prensa o la publicidad, por tanto ya lo contará todo el mundo, hay que contar lo que no funciona bien.
¿Cómo se consigue ser freelance y tener trabajo?
Lo primero que tienes que tener es una novia o novio rico, o un padre con dinero… Es broma. En este país los freelance son unos “sin techo”, que para nada está representada su figura. Tú vas mendigando trabajo, no lo ofreces, ya que para los editores eres un mendigo. Hay muy pocos editores en este país que respeten la figura del freelance, a nivel extranjero es diferente. Yo no me considero un freelance puro. Para mí hay dos maneras de trabajar, una tú tienes dinero, lo inviertes en un tema y luego lo vendes para recuperar el dinero y conseguir más; así vas invirtiendo y reinvirtiendo. Para mí esa opción ha sido imposible porque nunca he tenido dinero, así que la otra forma que yo he hecho es proponer un proyecto, que te adelanten el dinero y hacerlo.
¿Cómo ves el periodismo con la crisis?
Los medios están caninos. Quieren temas pero pagan muy mal, no merece la pena. El periodismo no está pagado, la gente no tiene la necesidad de informarse y por ello no paga esa información. El periodismo en la crisis es terrible, el porcentaje de periodistas sin trabajo fue mucho mayor que cuando cerraron astilleros.
¿En qué consiste tu técnica del “story-telling”?
Es una técnica que se ha hecho toda la vida pero le han cambiado el nombre, es aprovechar las fotografías con el audio. Es como un audiovisual pero con fotos. Pero es un soporte muy caro y los mejores que lo hacen no tienen dinero para hacerlo. El rendimiento económico es escaso.