
Junto a su cámara leica hizo fotografías a lo largo de países como México, Estados Unidos, China, la India, África o Italia. La Guerra Civil Española y la Unión Soviética no pasaron desapercibidas por su lente y su país de origen, Francia, también fue escenario de sus imágenes. Quizás la huella más profunda de Cartier- Bresson fuera su teoría del “instante decisivo”. Para él había un momento exacto en el que se debía tomar una fotografía, ni un segundo antes ni uno después, y para ello había que alinear el corazón, el ojo y la cabeza. Sólo con la mezcla de esos tres factores se podría conseguir la imagen adecuada. Para muchos ha supuesto el objeto de estudio de la fotografía contemporánea y es parte de la historia gráfica del siglo XX.
Dentro de los modelos a los que fotografió hubo personajes tan famosos como Fidel Castro, Édith Piaf, Ernesto “Che” Guevara o pintores como Henri Matisse y Pablo Picasso. Pero no todo eran rostros conocidos si no también caras de personas desconocidas que a veces mostraban la miseria que estaban viviendo. En 1947, junto a los fotógrafos Robert Capa, Bill Vandivert, David Seymour y George Rodger fundarían la agencia Magnun, la importante cooperativa fotográfica a nivel internacional.
Sería unas décadas más tarde cuando en 1970 decidió volver a sus raíces con la pintura dejando de lado la fotografía para siempre ya que este gran fotógrafo francés fallecería el 3 de agosto de 2004.
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